San Carlos, joyita de Salta

 El pueblo se encuentra ubicado en el Valle Calchaquí, a unos 200 km de la ciudad capital y a unos 30 de Cafayate, sobre la RN 40.

San Carlos ha tenido siete intentos de fundación a lo largo de su historia, con destrucciones causadas por los aborígenes, hasta que en 1605 se instala en forma definitiva la misión jesuítica y se origina el poblado. En 1719 se construye una nueva capilla en la Hacienda de San Carlos, que pasa a tener un rol primordial durante todo el siglo como centro abastecedor de alimentos.

Al llegar 1810 este antiguo fundo de la familia Aramburu era capital del departamento de los Valles y un importante bastión realista, por lo cual, para que no cayese en manos de los patrio- tas, en 1813 es saqueado y quemado. Su iglesia se encontraba en ruinas en 1830, y hacia fines del siglo XIX, con el surgimiento de Cafayate, el pueblo comienza a perder su importancia. El poblado posee una morfología y un paisaje urbano diferentes según el período de su desarrollo histórico, siendo el más consolidado el de la calle San Martín y los límites de la plaza.

Alrededor de esos espacios urbanos se ubican las viviendas más antiguas, varias de ellas del siglo XVIII, así como la última iglesia, levantada a mediados del XIX. Los terrenos hacia el este son muy largos y casi todos poseen huertas con plantaciones y viñedos, surcados por acequias interiores. En general sus arquitecturas, algunas de herencia colonial con dobles puertas esquineras y otras con influencias italianizantes, no poseen caracteres formales sobresalientes, a excepción de la iglesia: su valor reside en el conjunto, en la suma de casas contiguas con tipología de patios y huerta al fondo.

Las viviendas están construidas con piedra y adobe, paredes revocadas con barro a la cal y techos a una o dos aguas con cañizo y torta de barro o tejas coloniales; en el interior se encuentran galerías con pilares de adobe o ladrillo; los pisos de ladrillones cerámicos son comunes, y los patios de tierra. Pueblo fundamentalmente ligado a la producción agrícola, su patrono es San Carlos Borromeo, cuya antigua imagen es venerada en la iglesia.