Hermoso atardecer en Andacollo

Después de llegar a Andacollo y con un hermoso atardecer a contraluz, con el viento reinante y la tierra que volaba.

Un par de personas me dijeron al cruzarme que lindo día para sacar fotos y se reían, a mi también me dio gracia su comentario, mas allá que estaba feo, pero como a mi me gusta la fotografía y estos momentos así quedan muy bien en las fotos.

 

Me gusta recorrer caminos vecinales, sectores cercanos a la ciudad, y disfrutar de caminatas o recorrer algo en auto, parar a cada momento, tomar fotos ver estos rincones con el sol cayendo y reflejando todo con sus colores, polvo en el ambiente, que le da una magia particular. Tener el mate listo y entre cada fotografía, disfrutar de unos verdes y la naturaleza, Después vendrá el momento de buscar algún lugar donde hospedarme.

Después quedará, encontrar lugares para conocer en la zona y seguir recorriendo esta parte del norte de Neuquén, que no es tan promocionada turísticamente.

Andacollo, la quimera del oro

Después de pasar el día en Chos Malal, decidí continuar viaje a Andacollo por la RP 43, atardecer soñado con un día de viento y tierra impresionante, con ráfagas de mas de 60km. Pero a la vez de estar feo el día y con pronostico de que iba a seguir por varios mas, las fotos quedan muy bien con ese contraste de tierra en el ambiente y los rayos de sol del atardecer.

Al pie de esa hilera de montañas de la precordillera andina, llamada Cordillera del Viento, se forman unos valles majestuosos, salpicados con ríos y arroyos. La vegetación la constituyen álamos y algún que otro arbusto más, pero las vistas que guardan merecen verse.

Entre esos valles se encuentra Andacollo, ubicada al noroeste de la provincia de Neuquén a 1.113 m.s.n.m., emplazada sobre la margen izquierda del río Neuquén. Se puede llegar a la ciudad por Ruta Provincial Nº 43 desde Chos Malal o por la Ruta Provincial Nº 6 y Nº 38 desde el sur, cruzando el río Reñi Leuvú.

No es un gran centro turístico, pero sin duda es un lugar donde se puede respirar lo que es la verdadera esencia del norte neuquino, dedicado a la ganadería y la agricultura. Andacollo, que cuenta con más de 4000 habitantes, es la cabecera del departamento Minas y en el pasado tenía una destacada actividad minera, pero la crisis afectó la zona y actualmente se dedica a la cría de ganado, el cultivo y la forestación.
La Plaza San Martín, lugar de encuentro y paseo para lugareños y turista.

Andacollo, antiguamente habitada por comunidades mapuches, fue bautizada en un principio con el nombre de “Cañada del Durazno”. Luego se estableció en el lugar un grupo de pioneros chilenos a partir de 1882 en busca del preciado oro, a quienes se los denominaba pirquineros (hombres mineros). Los mismos provenían de la localidad chilena de Andacollo, motivo por el cual se cambia el nombre de la localidad en homenaje a los primeros pobladores.

El origen del nombre es de las lenguas quichua y aymará, siendo anda/anta: brillante, oro y collo/coya: del alto, altura; dando como resultado la interpretación de Andacollo como “que brilla en lo alto” o “quimera del oro”.

Chos Malal, Neuquén

Fue fundada el 4 de agosto de 1887 por el coronel Manuel José Olascoaga a partir del fortín "IV División", siendo la primera capital provincial concreta, le habían precedido los fortines de Ñorquín y Campana Mahida del Territorio del Neuquén, hasta 1904, en que la sede de las autoridades provinciales fue trasladada a la ciudad de Neuquén.

La fundación de Chos Malal obedeció al objetivo de controlar las rutas de arreos de ganados entre los dos lados de la cordillera de Los Andes, y esto se realizó poco después de que se desalojara de una especie de fortaleza ubicada en Varvarco a un grupo de contrabandistas y "cuatreros".

De aquella época se preserva el viejo edificio de la Casa de Gobierno.

Su nombre proviene de la lengua mapuche y significa "corral amarillo", denominación descriptiva por el acentuado color del tipo de roca sedimentaria (piedra laja) que predomina en los cerros que rodean el valle.Se encuentra rodeada por el río neuquén y el río Curí Leuvú, y se alza en cercanías de la cordillera del Viento, que se extiende en sentido sur-norte, hasta el volcán Domuyo.

El día en el que estuve ahí, me di cuenta que es la Cordillera del Viento. sopla de verdad, con mucha intensidad y se levanta mucha tierra, que le da un toque espectacular para los atardeceres.

El clima es continental de altura, con inviernos fríos de frecuentes nevadas y veranos de días cálidos y noches frescas. La zona en donde está emplazada la ciudad se encuentra prácticamente en el área de contacto entre las vegetaciones xerófilas (al este) y los bosques de coníferas (al oeste) existiendo abundantes vegas y mallines.

Se localiza a 403 km. de la actual capital neuquina, se llega a la misma por medio de las rutas nacionales Nº 22 hacia el oeste, hasta la ciudad de Zapala, para luego continuar por la Nº 40 hacia el norte.
Puerta de entrada al norte neuquino

Concentra la mayoría de los servicios de la región al ser el ciudad más importante de la zona. Lo que no me gustó de la zona fue la escaces de alojamientos u hoteles la mayoria cerrados, escasas cabañas y lo peor la oficina de turismo cerra, la hora en la que andaba en busqueda de alojamiento y recomendaciones era las 18hs, tal vez esto se dió por ser fuera de temporada.

Chos Malal: Fiel testigo del nacimiento del territorio de la Provincia y Puerta de entrada al maravilloso norte neuquino, hoy ofrece al visitante una amplia variedad de opciones que combinan historia, cultura y un paisaje de singular belleza, junto con todos los servicios necesarios para su comodidad.

La Casa Histórica del Neuquén, ubicada sobre las calles 25 de Mayo y Padre Gardín (dentro del casco histórico): fue la primera Casa de Gobierno del Territorio Nacional Neuquino, entre los años 1887 y 1904. La Biblioteca José Manuel Olascoaga, es la más antigua de la Provincia, también el Archivo Histórico Municipal, la Casa de la Cultura Familia Dewey y la Parroquia María Auxiliadora.

A 31 km. de la localidad se encuentra el Museo Caepe Malal. Allí se produjo el hallazgo de un cementerio aborigen con importantes pertenencias de grupos Pehuenches que habitaron el lugar en el Siglo XVIII.

Cada rincón del pueblo cuenta historias: edificios y casas antiguas, calles adoquinadas y árboles añosos resultan fieles expresiones del paso del tiempo.
En el casco histórico de la ciudad se encuentra el Museo Manuel J. Olascoaga, emplazado sobre un mojón que en la época de la Campaña del Desierto tuvo fines militares. El museo posee una muestra histórica de aquel primer período de la localidad, variedad de utensilios de los pueblos aborígenes que habitaron el territorio junto una interesante muestra de piezas paleontológicas.

La hermosa costanera, con un hermoso patio de comidas. al aire libre, con carritos y bancos y mesas para pasar el día.