Años más tarde, una de sus descendientes contrajo matrimonio con el general Domingo de Isasmendi, un combatiente de los indios calchaqueños. La propiedad de Molinos comprendía el territorio del actual departamento de Molinos y parte del de San Carlos.
En 1775 el hijo de Domingo de Isasmendi, Nicolás Severo lo hereda y logra la máxima prosperidad para la hacienda. Seis años más tarde luchó contra las fuerzas insurgentes de Túpac Amaru, y fue el último gobernador realista de Salta. Finalmente entregó el mando de Salta a Feliciano Chiclana, enviado de la Junta de Buenos Aires. Falleció en 1837 y la prosperidad declinó.
En la actualidad aún se conservan la capilla y la casa hacienda.
La iglesia perteneció a la encomienda antes de que en 1760 pasara a la curia eclesiástica. En 1826 se nombra parroquia a Molinos. Cuenta con una única nave con dos capillas laterales a modo de crucero y coro. Posee rica y antigua imaginería.
En 1942 se le declara Monumento Histórico Nacional. Se conserva restaurada, aunque corre peligro de desaparición dada su proximidad al río y la gran cantidad de salitre que presentan sus paredes.
Ubicación: a 116 km de Cafayate, y a 92 km de San Carlos, es una población serrana de los Valles Calchaquíes, fundada a mediados del siglo XVII, en la confluencia de los ríos Humanao y Luracatao, que forman el Molino.
Localidades: Molinos, Amaicha, Colomé, Tacuil, Hualfín y San Lucas.
Para llegar desde Salta capital, son 37 km por ruta 68, 110 km por ruta 33 y 50 km por ruta 40. El clima es seco, con gran amplitud térmica. Máxima diurna actual, 18'. Mínima de noche, -2'.
Su trazado es irregular, con casas de adobe y tejados de tierra, con galerías y pórticos. Se destaca la iglesia parroquias, monumento histórico, construida en 1639, donde reposan los restos momificados del último gobernador realista Dn. Nicolás Severo de Isasmendi. Frente a la iglesia se halla la casa hacienda (hoy Hostal de Molinos).
Molinos tiene una amplia variedad de alojamientos: casas de familia, campings y un hostal con piscina y restaurante. a El pueblo está rodeado de cerros de colores y lo atraviesa el río Calchaquí, un excelente balneario natural en verano.
¿QUE HACER?
Visita a la reserva de vicuñas y Asociación de Artesanos San Pedro Nolasco de los Molinos.
Cabalgatas y caminatas por los alrededores del apacible pueblo.
La iglesia merece una atención especial.
Visita a las fincas de Colomé y Amaicha, conocidas por sus famosos vinos tintos.
Acceso a la Laguna de Brealitos para caminar por sus alrededores o pescar pejerreyes, por Seclantás, a 40 kilómetros.
Visita a las ruinas de Churcal, a 20 minutos, y a los restos del Fuerte de Tacuil, formidable defensa de los nativos contra los conquistadores.
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