El arroyo Claromecó es uno de los más bellos de la provincia de Buenos Aires y ofrece uno de los recorridos más interesantes antes de desembocar en el mar, pequeñas cascadas se forman a lo largo de unos 8 km.
Las siete cascadas sorprenden mientras se recorre el cauce aguas abajo, ya sea en automóvil, caminando o también con algunas de las embarcaciones tipo kayak o canoas que parten de Puerto Mosquito y aseguran la diversión a quienes quieran ser protagonistas de esta singular aventura.
Lo ideal es hacer la navegación en grupo. El recorrido no es para nada extremo, por el contrario, invita a quien lo practique a navegar cómodamente y a aprender cómo se maneja y desplaza una embarcación dentro del agua. Este curso es perfecto para que los más chicos aprendan a remar.
El arroyo Claromecó deambula por las calles céntricas de la ciudad, pero en sus últimos kilómetros forma varias cascadas naturales que son es sí un atractivo turístico.
Para comenzar el circuito a pie, se debe partir desde la Avenida 15 con la esquina 26 hacia la pequeña Dunamar luego continuar por un camino paralelo al río, desde donde se puede observar cada uno de los saltos hasta que se llega al séptimo, el de más tamaño de caída.
Mientras se recorre el arroyo, la fauna y la vegetación natural del lugar son una constante. Predominan aves de todo tipo, que muchas veces anidan a lo largo del curso de agua, como por ejemplo los famosos loros barranqueros que son un espectáculo cuando comienzan a chillar.
Pero si bien caminando es posible disfrutar del arroyo, desde alguna de las embarcaciones (canoas y kayak) que se rentan en Puerto Mosquito la excursión se vuelve completamente distinta. De este modo se logra mimetizarse con la flora y fauna del lugar de manera perfecta, como si fuera parte de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario