Te invito a conocer este rinconcito de Cachi, una recova alumbrada por el sol, con sus arcos blancos y su piso de ladrillones, que te espera para mostrarte una vista única del pueblo.
El cielo de ésta tarde parece de película!!!
Desde una de las esquinas de la plaza 9 de Julio, mirando hacia el norte se puede observar una lomada que tiene una notable casona de color blanco con una galería de arcos ojivales. Sorprende desde lejos por su volumetría y muchos consideran que se trata de un cabildo o una importante mansión. Por su belleza y por las increíbles vistas, el cementerio también se convirtió en un sitio de visitas.
Esta construcción data de mediados del siglo XIX. Desde esta meseta elevada, domina el valle y es testigo mudo del crecimiento y los cambios que acaecieron en las últimas décadas en nuestra comunidad.
Es un lugar lleno de historias y personajes célebres. Se puede observar en la recova una campana cuyo tañido se hace sentir y rompe el silencio del valle en cada ocasión de sepelio.
Ingresando al cementerio se puede observar los primeros grupos de sepulcros compuestos por cruces de hierro forjado y más al fondo, nichos y construcciones realizadas con materiales más modernos y convencionales, interpretándose justamente cómo, con el paso del tiempo, se han ido ocupando sectores específicos hacia el norte.
Es muy interesante visitar esta necrópolis el 2 de noviembre, cuando se celebra el Día de las almas, todo el pueblo llega hasta el cementerio a dejar ofrendas florales y otros elementos a modo de recuerdo de sus seres queridos fallecidos. En esa fecha, el predio se convierte en un jardín multicolor, con ramos y coronas de flores naturales y artificiales que se van disponiendo en cada uno de los sepulcros.
El culto a los muertos es un ritual muy arraigado en la América Precolombina. En los Andes, particularmente, se celebra religiosamente. Se cree que la noche del 1 al 2 de noviembre de cada año se abre un portal con el mundo de arriba y las almas retornan a la tierra, al mundo de los vivos.
En esta oportunidad, los seres terrenales recuerdan a sus difuntos y preparan una serie de ofrendas para ellos, recibiéndolos en su casa con una mesa que se acondiciona a modo de altar, colocando fotografías de ellos y algunos objetos de su propiedad que todavía conservan.
Además, se preparan sus alimentos y bebidas favoritas que también se colocan junto a sus retratos y figuras cargadas de simbolismo hechas con masapan, como ser palomas, estrellas y escaleras.
Al día siguiente, el 2 de noviembre el ritual culmina con la visita a los deudos en los sitios donde descansan sus restos mortales y la ya mencionada ofrenda floral. Los alimentos son compartidos con los vecinos y allegados en una muestra de solidaridad y unión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario