Siempre que estoy en algún lugar me gusta despertarme temprano e ir a ver el amancer.
Me levanté a las 6 y me fui en auto hasta un mirador pasando el puente sobre el río Calchaquí hacia el norte, donde se encuentra la pequeña capilla Virgen del Luján.
Esperando que la magia suceda, que el sol me sorprenda entre nubes y reflejos.
Los primeros rayos de sol van apareciendo, mientras yo disfruto de unos mates y de tomar fotografías. Mucha gente baja al pueblo para ir a sus trabajdos, de apoco empieza a transformarce el cielo, a cambiar de color, pasando de unos tonos dorados aocres y decido bajar también para ver todo desde el puente y del rio.
El río con poco caudal a ésta altura del año y esperando las lluvias del verano, donde el paisaje cambia y se ve todo mucho mas verde.
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