Los hermosos contrastes del cielo, las nuves y las cuestas nevadas, con la Cordillera de Los Andes de fondo, el recuerdo en mi cabeza de la belleza del Pissis.
Pensando como es posible tanta belleza, inmensidad, muchas cosas juntas e imposibles de definir.
Ahora queda regresar y almorzar en Cortaderas.
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