Ubicada en un valle a 1.245 msnm en el límite de la región de los Andes de transición y la precordillera, en el extremo norte de la provincia del Neuquén, está delimitada por el río Colorado, las formaciones orográficas de Chihuidos y la cadena dorsal del volcán Tromen.
Su nombre deriva del mapuche “Buta o vuta” grande y “Ranquil” carrizo, es decir carrizal grande.
Este fértil valle, bañado por los arroyos Buta Ranquil, Huantraico y Chacay cobija a una población que se dedica especialmente a la cría de ganado caprino, ovino y equino.
En la zona se encuentran yacimientos gasíferos e hidrocarburíferos de la cuenca neuquina, lo que ayudó a convertir esta localidad en un importante centro de servicios, atendiendo a muchas empresas que explotan el gas y el petróleo.
Como todo el norte neuquino tiene su magia, su encanto y lugares que cautivan.
El volcán
Desde la localidad misma se puede apreciar al majestuoso volcán Tromen, también conocido como “Pun Mahuida” que significa “cerro negro o nublado” y también el cerro Wayle.
El volcán forma parte del Área Natural Protegida El Tromen, un parque de 30.000 hectáreas que custodia uno de los humedales mas importante de la Argentina.
De 4114 msnm el Tromen, es ideal para el amante del andinismo y turismo aventura, por lo que además se puede realizar trekking y safaris fotográficos.
El valle
A tan sólo 20 kilómetros de Buta Ranquil se encuentra el Valle de Los Cactus en el cerro Pequenco. Es un valle de arroyo seco, al que se accede desde Buta Ranquil por la Ruta Provincial 6 por camino de ripio consolidado y alberga un tipo de cactus endémico, identificado por los lugareños como “cactus rosado” único por sus características fitogeográficas en la provincia
El mismo forma parte de las reliquias y recursos biológicos de la provincia, su altura oscila entre 1,50 y 2,20 metros, lo cual se puede apreciar recorriendo el valle, desde donde se puede observar el Tromen y el río Colorado.
La caverna
Otro atractivo es la caverna La Salamanca, situada a 2 kilómetros de Buta Ranquil con dirección hacia Barrancas, en el paraje Aguada de Los Pajaritos.
Ideal para los amantes de la espeleología o simplemente para quienes quieran descubrir las maravillas del mundo subterráneo.
Posee una longitud de 204 metros de longitud y dentro de su túnel, el techo está adornado de seudo estalactitas, formadas por el goteo de lava volcánica que en algún momento circuló por su interior y que en su vaciamiento fue esculpiendo estas fabulosas figuras pétreas. Su formación y su composición han sido objeto de estudio por parte de varios especialistas.
El piso de la caverna se halla cubierto por material arenoso no consolidado, aparentemente transportado por el viento.
El cráter
Para seguir sorprendiendo al viajero, a un kilómetros de Buta Ranquil, camino al volcán Trómen se sitúa el accidente geográfico conocido como “El Hoyo o La Olleta”, una enorme cráter de unos 300 metros de diámetro que interrumpe la llanura existente en el sector.
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