domingo, 4 de agosto de 2019
Amanecer entre Caldenes
Los atardeceres y los amaneceres, los aromas, las aves, el horizonte, los animales que se ven, los que no se ven pero están, los caldenes, el pasado ranquel, el presente. La provincia de La Pampa está a la vista de todos, pero la mayoría la pasa de largo
La Pampa tiene una belleza exótica. Diría que se parece a algunos paisajes de África. O al menos tengo esa sensación al ver un atardecer furioso, con un sol que baja redondo y rojizo y se recorta contra un bosque de caldenes. De día, los pastizales y los caldenes se parecen a la sabana africana, tanto se parece que algunos cotos de caza hay antilopes y otros animales que no son de este territorio, con manadas de ciervos colorados paseando por ahí. Hay pumas, pero no los veo, jabalíes.
Estar en silencio, tratando de ver lo que no se ve, hacer del oído un ojo mas y tratar de ver a través de los demás sentidos, los olores, los ruidos; la tierra que quedó de un viento del dia anterior suspendido en el ambiente y el sol inmenso un disco dorado brillante y opacado por la tierra, hacen el resto. Disfrutar de este momento es impagable, La Pampa tal vez no tenga esos paisajes deslumbrante de otros lugares de Argentina, pero tiene este tipo de belleza que llega al alma.
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