Lugares históricos si los hay es el Molino de Huaco, cuyos inicios nos remontan a 1775. Desde entonces es un lugar con mucho valor no solo para los habitantes del pueblo, sino para el departamento, la provincia e incluso el país, ya que es un Monumento Histórico Nacional. Pese a su valor y significado, el paso del tiempo ha ido provocando estragos en su estructura añeja.
El viejo molino, ubicado sobre la Ruta 40, está bajo los cuidados de Arsenia Castro.
Fue el corazón de la economía del pueblo hasta mediados del siglo XX, cuando se paró definitivamente. Cayó en desuso y luego fue restaurado para el turismo en la localidad donde nació Eusebio Jesús Dojorti, o Buenaventura Luna, el poeta mayor de Jáchal.
El molino de piedra, llamado así porque el grano de trigo era molido por una enorme piedra redonda, fue construido en el año 1775 por el chileno José María Suarez y Poblete y luego pasó a manos de la familia Dojorti, desde el Siglo XIX.
La nave principal del molino funcionó hasta 1965. Su estructura responde a una techumbre con grandes vigas de madera dura. Bajo una cubierta de caña y barro que se reclina sobre muros de adobones –mucho más grandes que los adobes de barro conocidos- ubicados sobre fundaciones de piedra.
A fines de julio, el pueblo de Huaco celebra a Buenaventura con una multitudinaria fiesta en la que sobresale la gastronomía de la zona: chivo a la llama, pasteles fritos y asado. Y donde no falta el folclore y el baile para honrar al poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario