De regreso a Santa Rosa, sobre la RN 5 decidí parar, relajar y tomar unos mates a la orilla de la ruta, caminar un poco y caminar por las vías del tren.
El día con viento y tierra, le da una coloración especial con los árboles secos, las hojas en el piso que crujen al caminar. la inmensidad que las vías le dan al paisaje imaginando un tren.
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