Llegar a la cascada Santa Ana no es cosa sencilla. Resulta que el el sendero comienza pasando el puesto fronterizo de Gendarmería y Aduana, y así como nadie se preocupa por ordenar y agilizar los trámites de las miles de persona que diariamente cruzan la frontera, mucho menos se les ocurre pensar en obviar el absurdo de que para poder y llegar a la cascada las personas que solo van a ese trekking tienen que completar todo el trámite migratorio y de aduana, a pesar de que en ningún momento saldrán del país, nunca llegarán al paso fronterizo chileno, y tendrán que volver a realizar los mismos trámites a su regreso del trekking, mezclados y teniendo que compartir las mismas colas, a la ida como a la vuelta, con todos aquellos que si cruzan la frontera.
Si se tiene en cuenta que esto puede llegar a demorar dos o tres horas (según días y horarios), sea de ida, o de vuelta, o quizás en cada una de esas instancias, resulta que uno puede llegar a pasar más tiempo entre los gendarmes y migrantes que entre los árboles y senderos de trekking. Asi que la sugerencia es perder esas dos horas haciendo cola a las 6 de la mañana, para poder pasar primero a las 8 de la mañana y así disponer de la mayor parte del día, o bien ir un primero de enero (como hicimos nosotros), para que, aún llegando a las 9 de la mañana, la cosa pueda resolverse en media hora.
Ahora, pasemos entonces al trekking. Es uno de los más complicado y exigente de los trekkings a cascadas de la zona. No obstante, puede hacerse sin guía. El sendero es más o menos claro y está bien señalizado (marquitas rojas en los árboles). Pero nadie ha hecho nada para facilitar las cosas. Hay subidas y bajadas muy empinadas, donde no se ha creado ningún tipo de escalonamiento. Es recomendable ir con bastones de trekking para poder ayudarse en esas instancias. También hay que vadear un rio, por lo que hay que llevar algún calzado afin con esa tarea. Recomendación accesoria: si tienen anteojos caros, guárdelos, porque nadie está a salvo de resbalar en alguna roca con musgo (todas las rocas mojadas lo tienen), y los anteojos, lo mismo que otras cosas que pudieran no estar firmemente sujetadas al cuerpo de la persona que resbalará y caerá al agua, pueden, amén de romperse, perderse para siempre en las aguas correntosas (si alguien encuentra unos multifocales transition con un hermoso marco hiperliviano de marca italiana, por favor .... me avisa! :-) ).
Los bastones de trekking también pueden ser de ayuda en este menester (de hecho, vimos como un guiía (es decir, alguien con experiencia), lograba cruzar saltando a rocas secas, con esos bastones, y terminar sin necesidad de cambiarse el calzado ni mojarse).
La recomendación final: no olviden, cuando lleguen a la cascada Santa Ana, que hay un sendero que les permite subir a la parte que está detrás de la cascada, y desde donde se tiene una perspectiva completamente diferente y maravillosa de la cascada.
Desde la Ruta Internacional 231 a 12,700Kms de la Aduana Argentina sobre la derecha inicia el sendero de 6 kms de recorrido; 100m antes de cruzar el río Pantojo. Dificultad: Media Duración: 4/5 horas ida y vuelta Epoca del año: fines de diciembre a marzo Se recomienda guía, senda poco señalizada y badeo del río Pireco Para llegar a Dora se recorre aproximadamente 40 minutos de caminata y luego se continúa hasta Santa Ana, la cual tiene una caída de 40 mts de altura.